Desalojo violento de la escuela
A pesar de la intención del Estado e Iberduero de desmantelar el pueblo de Jánovas, la Inspección de Enseñanza Primaria de la provincia de Huesca se negaba a decretar la extinción de la escuela mientras en el pueblo hubiera niños, una decisión que molestó tanto a la empresa que decidió actuar por su cuenta, de forma ilegal y violenta. Ocurrió un día de mayo de 1965, cuando Jesús Alonso González, empleado de Iberduero dentro del departamento de expropiaciones de la empresa, tiró la puerta de la escuela y con insultos, empujones y patadas sacó a las alumnas y a los alumnos del colegio, mientras a la profesora la arrastró fuera del aula agarrándola por los pelos.

Tras el cierre de la escuela a la fuerza, seis personas de Jánovas escribieron a la inspectora de Enseñanza Primaria de Huesca, María Rosario Pie, protestando por lo ocurrido y por la indefensión que sufrían por parte de la Administración.

Pero, lejos de ayudarles, María del Rosario Pie acudió al Juzgado de Instrucción de Huesca y denunció a estas seis personas por injurias, ya que consideró que el escrito le faltaba al respeto. La sentencia se dictó en 1968 condenando a las familias a la pena de un mes y un día de arresto mayor y al pago de las costas procesales.